Cuando a mi llegada a AA escuché, entre otras tantas ideas y sugerencias esta frase “los mejores días están por venir”. Eso me gustó. Pensé en el perdón de mi mujer, en el amor de mis hijos, en su crecimiento, buenos estudios y grandes carreras, claro conmigo como el artífice de ellas. Como buen alcohólico empecé a imaginar dinero, viajes, prestigio (cosas que siempre había deseado) pensé en días de “vino y rosas”; en salud, armonía, belleza, algarabía. Sí, eso es lo que yo imagine al oír hablar de “…los mejores días…”.
No estaba muy lejos de empezar a de vivir en carne propia los “dolores del crecimiento” y el verdadero significado de aquellas palabras.
El tiempo empezó a pasar. Con grandes sobresaltos, lleno de ansiedad, de temor, de reservas mentales en cuanto al alcohol y también en cuanto a mis defectos de carácter me quedé en AA. ¿Y la sobriedad? nada, no aparecía. Mis hijos fueron creciendo, la relación de pareja empeorando, la situación económica por los suelos. No bebí pero, ¿y los mejores días? nada. Ingresé al servicio de estructura, me dedique de lleno al movimiento de AA; ese” ir y venir apresurado”, trabajo en hospitales, Información Pública, Instituciones, Distrito, Área, creyendo que esa era la voluntad de Dios – yo quería hacer la voluntad de Dios - pero me equivoqué. El autoengaño me consumió por años. Toque fondo en AA. No bebí pero ¿y los mejores días? nada.
Muchos años en AA pero cero sobriedad – no me estoy quejando de ellos ni los estoy culpando, sé bien que aquí cada quien es responsable de sí mismo -
Así llegué con los cuartopaseros. Fui a regañadientes, y encontré lo que me hacía falta. Me quedé ahí con ellos, en el “Candelaria” y en la “Hacienda”, y ¿qué creen? la problemática de la vida continúa. Así que la vida de un AA. no es la maravilla ¿o sí?; porque yo soy un AA que trabaja en Cuarto y Quinto Paso – No soy un Guerrero , soy un Obrero (trabajador) - en la diaria labor conmigo mismo por la recuperación; por hacer uso del buen juicio en los momentos difíciles. Por enfrentar la problemática cotidiana y aprender, si aprender, ¡a disfrutarla! solo por hoy, sin futurizarme.
Agradeciendo la oportunidad de vivir, de servir. La guía que se solicita y que indudablemente se recibe y además gratuitamente y la fortaleza que es necesaria para realizar las acciones debidas, en el momento oportuno. Los mejores días de los que me hablaban han estado ahí, desde el mismísimo comienzo. Acompañándome. En el día a día. Enfermedad, Impotencia, desgaste, obsesiones, malas decisiones, desengaños; mezclados con buenos y grandes momentos de belleza, excitación y cordura, de armonía, servicio, alabanza y desprendimiento. Eso lo vivo hoy. ¿Qué es? Sobriedad o locura. No importa. Es mucho mejor que lo que viví antaño. Es, quizá, mejor de lo que esperaba.
Con cariño para mis amigos, especialmente los de "El Libro Azul" y el "Recuperación Norte"
3 comentarios:
hola fijense que esta es la respuesta que deseaba escuchar,cuando me encontre con un compañero,qwue conpartimos juntos el anexo,yo recaido y el con veite años de militar en el grupo,yo tras haber militado,casi 5 años,recaer con cuarto quinto paso,claro que los tragos no saben igual,traer el estigma de AA, despues de otros 5 añitos,destruyendome--me desbie del caso es que el no podia creer que habia dejado de beber sin ayuda queria berme arrastrando la cobija,claro asi queremos pensar que el que recae nos brinda su experiencia,para sentirnos aliviados por estar con la ptotecion AA--¿eres feliz?me pregunto esa pregunta le hice yo claro no me contesto,como si a las vacas doradas de AA eso ya no pasa por su mente o sera que realmente si se cure esta enfermedad
Bueno, según lo veo yo, el alcoholismo es incurable. Lo que yo hago es mantenerlo arrestado dia a dia. Por eso es que creo que cuando muera lo hare siendo alcoholico mas no alcoholizado.
Saludos!
Publicar un comentario