Es una pregunta que utilizaba don Pedro Torres cada vez que sucedía algo que él no lograba entender y que viene a mi mente cuando ocurre algo que yo necesito comprender. Verán:
Con el paso del tiempo en AA hemos aprendido: que existen ciertos principios que son imprescindibles para que yo pueda llegar a alcanzar ese grado de sobriedad que he pugnado por lograr desde que ingresé a AA; que nuestro Programa de Recuperación es inclusivo no exclusivo o sea que es para todo aquel que lo desee; que la aplicación del Programa es totalmente personal entiéndase que lo que yo haga redundará solamente en mi beneficio o perjuicio; que lo prohibido es prohibir y que cada quien es libre de pensar, hablar y actuar como mejor le parezca;
Por lo que, igual que cuando era niño, que lo que yo observaba no se parecía a lo que se me decía; empecé a ver en los Grupos cosas que se viven y que no corresponden a la enseñanza.
Aquí unas cuantas desviaciones… (No se enchalequen nada ni se pongan mal, válgaseme la expresión):
- Personas que van al grupo y siempre están pidiendo que les echen un ride (aventón)…
- oradores que hay que ir a traerlos y después de su compartimiento llevarlos de regreso.
- Los amorcitos atolondrados en las agrupaciones.
- Los tesoreros que se van con todo y mecate.
- Escuché a un orador que compartió su necesidad económica y el hecho de que algunos grupos lo invitan y le pagan sus “viáticos”; hasta ahí eso me pareció razonable, pensé “pues si desean escucharlo y pueden ayudarlo con los gastos pues no hay problema…”
Entonces en el Distrito – oficina de Servicio dentro de AA – me sugirieron que leyera el folleto “La tradición de AA como se desarrolló” donde me enteré de que esas cosas son, hasta cierto punto, normales dentro de AA y que aquellos que las juzgan son los llamados fariseos. ¿Qué es eso?
Pero, ¿que están cobrando?, no lo sabía. Pues eso me dijeron y no lo quise creer.
Sin embargo cuando asistió con nosotros una compañera y nos dijo que en su Grupo iban a invitar a expositores que cobran por compartir pues como que mis antenitas de alcohólico se pusieron mal alertas.
Aún dudando inicié una consulta entre algunos compañeros que conozco y grande fue mi sorpresa al enterarme – en algunos casos ya había escuchado sobre eso pero como no lo creía posible pues nunca puse atención – de lo que ocurre hoy en día en el mundo de los anónimos.
De muchas otras cosas que encontré – y que he comprobado yo mismo - , ahí les van unas cuantas:
- “Instituciones” que envían a sus integrantes de media luz a mendingar en el transporte público.
- “Compañeros expositores” que se dejan pedir diversas cantidades de dinero por asistir a compartir a algún grupo.
- “Padrinos recuperados” que cobran dinero por sus servicios de apadrinamiento.
- Personas alcohólicas que con un tiempo de militancia en un grupo se sienten capacitados para abrir lugares antialcohólicos y de desintoxicación donde piden grandes cantidades de dinero por recibir a los prospectos.
- “Compañeros alcohólicos” que tentados por la avaricia y la pereza y la desfachatez aceptan hacerse pasar por sicólogos, doctores, terapeutas, en esos lugares, cobrando dinero por ello.
¿Me estoy manchando mucho?
Pues ahí no paró el pedo compañeros:
- Personas de Grupo que aceptan servir de “burros” o transportadores cuando van a apoyar a algún grupo lejano, principalmente del norte.
- Maleantes que se disfrazan de Lideres (padrinos) para realizar sus fechorías incluso mandando a sus “ahijados” a delinquir.
- Grupos que reúnen cuantiosas cantidades de personas cobrándoles fuertes sumas de dinero por “ayudarlas” tomando como parapeto el programa de los AA.
¿Les parece denuncia? ¿Intolerancia? ¿Envidia? tómelo usted según su propia conciencia. Tengo presente claramente el texto de la Tradición Novena “…su embriaguez y sus vicios no son castigos impuestos por ninguna autoridad; son el resultado de su desobediencia personal a principios espirituales.”.
No faltará algún anónimo que piense que esta no es forma de pasar el mensaje y eso lo sé: pero creo que es necesario que estas cosas salgan a la luz.
¿Qué hacer?....
Pues ustedes no se, yo estaré al pendiente de todo lo que acontece a mi alrededor y no ser partícipe de sucesos tan lamentables dentro de nuestra amada “fraternidad del espíritu”. Y me pondré a trabajar porque últimamente no ha llegado nadie a mi grupo por información. Además de ponerme abusado cuando me inviten a compartir, no sea que vaya yo a apoyar a alguno de esos sin saber.