Han pasado ya algunas 24 horas desde que llegué por primera vez a usted. Desde entonces he recorrido todo un historial que ha transformado mi método de recuperación.
Como era un recién llegado a su vida no entendía su lenguaje del corazón: creí que sería usted solamente mi fantasía. Pero poco a poco se va lejos y fui comprendiendo su forma de pensar y actuar, sin embargo también me di cuenta que usted estaba atada a sus complicaciones emocionales, a los fantasmas atormentadores del ayer y que ya traía un trabajo de escritura.
Quise aplicar entre nosotros el vive y deja vivir; no lo logré. Después el trabajando con otros, tampoco funcionó. Mi niño interior quedó prendado de sus características personales y supe que con usted estaba mi lugar y mi crecimiento.
Fueron pasando los días, semanas y meses en los cuales se sucedieron toda una serie de circunstancias particulares de uno y de otro. Me di cuenta de que debía admitir mi derrota ante su amor; que frente a su personalidad no servía mi voluntad ni podía aplicar el sano juicio. Recordé que primero es lo primero por lo que decidí poner mi vida y mi voluntad a su cuidado.
Desde entonces he realizado todo un inventario moral de lo que ha pasado entre nosotros. He fondeado por no haberla encontrado antes; porqué hasta estas alturas, cuando muchas cosas están ya cocinadas y somos cartas marcadas. He disfrutado de la grandiosidad de su belleza, su risa, sus compartimientos. He lamentado su ausencia, su dolor y su llanto. La he bendecido. He cantado infinidad de veces las alabanzas “amanece” y “me gusta todo de ti”. He pasado múltiples y largas noches de insomnio y días sin huella sin usted. He pensado como arreglar esto hasta descoyuntar el instinto. He blasfemado por su decisión de que seamos simplemente amigos y he querido lograr el cambio en usted porque siento que ni la tengo ni la olvido. He querido ser su esclavo y amo. Y luego he hecho ante usted y ante Dios mi confesión, mi catarsis, he tenido que reconocer todas mis faltas ante eso para recibir el perdón.
Al admitir alma y corazón adentro que usted y yo teníamos un pasado cada uno y que no deberíamos cerrarle cobardemente las puertas y yo habría de admitir mi parte de responsabilidad y estar dispuesto a que Dios eliminara de nuestra relación todas esas cosas que habíamos admitido eran inconvenientes, por lo que decididamente le pedí con humildad , que arrancara de mi vida la obsesión que yo vivía por usted pensando que esa sería su voluntad; me equivoque; acepto mi derrota respecto a querer alejarme de usted .
Me di cuenta de que mi Programa es personal y que por alguna razón mi Poder Superior la había traído hacía mí por lo que decidí hacer una lista de los posibles daños ocasionados y me encaminé a hacer una reparación de ellos.
He continuado inventariando nuestros ocasionales encuentros poniendo atención en vigilar mi egoísmo, mi deshonestidad y mi temor con usted.
Aunque estoy trabajando mi admisión de usted tal como es y la aceptación de Su Voluntad respecto a nosotros dos y me he sentido muy feliz de seguir contando con su amistad y ocasionalmente con su presencia; no he perdido la esperanza y aún tengo reservas mentales de que usted y yo finalmente alcancemos nuestra “Experiencia Espiritual”.
He buscado vivir este día como si fuera el último (yo no se mañana) y a través de la Oración y la Meditación, entender cabalmente nuestra relación, puesto que mi pretensión es lograr una estabilidad mental, emocional y espiritual con usted: Deseo que alcancemos juntos la alegría de vivir como resultado de la práctica del código de amor, comprensión, tolerancia y respeto entre nosotros y nadie tiene por que salir resentido.
Usted vive en mí, en cada momento que vivo. “si estoy dormido te sueño y si estoy despierto te miro”
Quiero ser parte suya solo por hoy y hasta que Él nos necesite.
Oración:
Mándame pena y
dolor
Mándame males
añejos
Pero lidiar
con pen… estar sin ella
No me lo mandes
Señor
Es parte…
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