Entre las aventuras que la
vida en AA me ha permitido vivir se cuenta la realizada en la junta de
aniversario de un compañero en el Jóvenes Delaware.
Un sábado del mes de julio,
sabiendo que había reunión de aniversario llegué al grupo apresuradamente
puesto que se me había hecho un poco tarde por razones del jale (trabajo, malpensados)…al entrar en la sala casi llena impacta en mi rostro el bullicio
existente. Desde tribuna un padrino voltea hacia la puerta y al verme me saluda
alegremente…penetro o sea me introduzco buscando asiento, estaba a punto de
sentarme cuando escuché mi nombre pronunciado fuertemente entre la algarabía
existente, era un compañero de Filadelfia al que conocí en una de
las pocas visitas que hice a los grupos de allá, no tuve mas opción que
saludarlo con un abrazo efusivo ante la mirada extrañada de sus compañeros y un
silencio que se produjo por unos instantes. Inmediatamente después me acomodé y
me dispuse con atención, como es mi
costumbre a la junta; obviamente al tiempo que de soslayo echaba una
escaneadita a todos los presentes. Pude ver quien coordinaba y que el festejado
estaba muy elegante, sonriente y con un globo en la mano el inocente, sentado
en la silla del lado derecho mero adelante.
Casi inmediatamente pude
notar que se trataba de una junta internacional por el acento con que se producían
las majaderías, gritos, improperios, dichos y vulgaridades externados por
algunos, no todos, de los presentes… sobresalía el desmadre que siempre tiene
el príncipe león que es miembro de un grupo de Filadelfia y que a pesar de sus
24 horas no ha aprendido a controlar, ni siquiera reprimir, su falta de respeto
a los asistentes a las sesiones.
Debo hacer notar que para mí es maravilloso
escuchar las diferentes pronunciaciones, vocablos, términos y formas de
expresión que he encontrado en las reuniones de por acá…toda Latinoamérica
representada en un solo lugar y a un mismo tiempo: México, El Salvador, Puerto
Rico, Cuba, Honduras, Colombia, Guatemala y Nicaragua, independientemente de
los también tan distintos *dialectos* mexicanos (Guanajuato, Puebla, Toluca,
Jalisco, D.F., etc) más parecía una reunión iberoamericana.
En eso estábamos; había
pasado a tribuna el mencionado portorriqueño escandaloso que, como todos los
desmadrosos, cuando pasan a tribuna exigen que los demás les pongan atención, y
de pronto hizo su aparición *el Jessy* bien briago…ja! Con su dedo hacia arriba
estilo los tigres del norte, pidiendo tribuna para felicitar al
cumpleañero…cosa que no desaprovecho el expositor en turno para desparramar una
andanada de frases malaprendidas contra el hediondo recaído haciendo gala de
sus 19 años de ¨sobriedad¨ lo que provocó la reacción de éste produciéndose el
clásico toma y daca entre el tribuno y el agraviado, sin saber cuál era la
diferencia entre uno y otro, puesto que ya en esos momentos no se podría decir cuál
de los dos estaba briago y mas parecía un ambiente de pulquería que de reunión de AA, donde por
cierto había también algunos familiares invitados (incluidas dos esposas de
compañeros), lo que no importó a los que hacían el tianguis; uno de los compañeros, que acababa de llegar con su esposa e hijos, al ver por donde iba la junta prefirió abandonarla, lo mismo que una compañera.
El siguiente orador y su
tiempo en AA también hicieron trizas al pobre
reincidente…el siguiente hizo pedazos a los dos anteriores y así
sucesivamente; la cena fue servida mientras compartía el guatemalteco sacando
su enojo contra los mexicanos y ¨el Jessy¨ y ¨el pelón¨ continuaban su
contienda a nivel piso, a estas alturas ya el recaído era apoyado por el
salvadoreño ¨betoperro¨, que se había convertido en su manager y lo aleccionaba
y azuzaba…un rato después cuando comprendió que no le permitirían pasar a
tribuna, ¨El Jessy¨se levantó, fue a abrazar al cumpleañero, regresó a despedirse de
mí, sacó su celular e hizo una llamada al tiempo que parado en la puerta se
despidió olímpicamente de los asistentes y se retiró…
Finalmente pasó a tribuna
el ¨festejado¨ solo que a esas alturas ya nadie lo quería escuchar ni le ponían
atención, ni le hacían caso, por lo que tuvo que abdicar.
Terminó la reunión sin pena ni gloria.
El
tratamiento terapéutico de las reuniones de A.A, llamado Psicoterapia de grupo,
debiera ser aprovechado en cada sesión de nuestros grupos. Es lastimoso cuando
ese valioso tiempo se desperdicia en reuniones donde se dedican sus miembros a
la charlatanería, a la competencia de vulgaridades y de los pasajes más
grotescos en busca de risas morbosas y gritos de aprobación parecidos a los de las cantinas, solamente que no se bebe. Cuantimás
en una reunión donde hay gente que no es alcohólica o posibles prospectos. Hay
tanto que compartir de este amado Programa: Pasos, Tradiciones, Texto Básico,
etc; hablar a los más nuevos como hemos superado nuestros miedos, dudas,
situaciones amargas y duras que nos da la vida ya sin beber. Compartir como
vamos aplicando el programa en todos los actos de nuestras vidas. El ideal es
que cuando vamos a nuestra reunión salgamos de ella mejor de cómo llegamos,
cuando en el grupo las cosas no andan bien, se refleja en la intervenciones de
tribuna, donde la borrachera seca sale a flote siendo el reflejo más evidente
de una falta de programa, un conformismo torturante y una apatía que solo
detiene y atrasa nuestro crecimiento.
De pronto pienso que he
visto todo pero esta experiencia me comprueba que siempre habrá cosas nuevas y
diferentes por vivir y experimentar.
Yo soy yo…hoy 28 de Julio
Qué bonita es esta vida
aunque a veces duela tanto…
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