lunes, 5 de septiembre de 2011

Poeta visual

Corazón de niño

Me sorprendí llorando un dia
por cuanto tiempo, no recuerdo,
llanto floreciendo en mi alegría
mi corazón de niño no encuentro.

¿Desde cuando no lo tengo? no sé,
lo dejé en el camino sin saberlo
¿por que lo extraño justo ahora?
¿como se puede abandonar un sueño?

Y detrás de la voz que la razón no entiende
descubrí un rumor, una verdad, un secreto
sin un corazón de niño latiendo en el pecho
mi corazón de hombre no está completo.

Acércate y te digo algo casi en silencio
ayer por la tarde me sorprendí riendo,
lo hallé sin buscarlo en tus ojos bellos.
Justo allí donde lo dejé, hace tanto tiempo.



Está pelón. No recuerdo bien donde se quedó. A veces he creído que nunca estuvo; sin embargo, haciendo un esfuerzo...rásquele, rásquele...creo recordar que hubo un tiempo...quizá muy poco...algo que quizá tenga que ver...medio borroso - como si anduviera briago - aquellos domingos que nos llevaban a güevo a misa...bueno, nos obligaban entre semana, porque a mi si me gustaba ir los domingos porque era diferente...viene a mi mente con agrado, como el solecito traspasaba los vitrales de la cúpula del "santuario" y caía a toda madre sobre toda la felígresia convirtiendo todo aquello en algo brumoso y mágico...escuchar y vivir los cantos y alabanzas (entre ellos la voz de mi madre que era mi Poder Superior) me llenaba de contento y a veces de vergüenza...
Salir de "misa", recibir un veinte de domingo, correr a la "bodeguita" para comprar dos "birotes de a diez" y caminar todos juntos hasta la casa, era todojunto una experiencia maravillosa.

Todo eso se acabó muy pronto.

Esos detalles me hacen saber que si estuvo allí ese corazón, ¿o alma?; y si, en verdad lo extrañe mucho, durante bastante tiempo. Y no fué un dia, sino bastantes de ellos, que el sentimiento de orfandad se hizo presente y latente.

Lo hallé ( no sin buscarlo pero si sin esperanza) allá en Capulhuac...¿como?, no puedo decirlo aqui, pero fué ahí, entre el bosque, la lluvia y el estruendo del llanto y el rechinar de dientes...donde sucedió el prodigio.


para el taller

2 comentarios:

anonimo dijo...

Corazón de niño no te perdí, te dejé olvidado a ti. Alegre, inocente, con mil ilusiones, ese eras tu. Viene a mi mente los dias de juego en ese mágico pueblo con mi mejor amigo de la infancia, mi hermano, los dos, con brazos extendidos y el brillo en nuestros ojos........los nanches, las canicas, el trompo, el yoyo, las escondidas, las bolis, el futbol, el ver la vida tan natural, tan natural.... momentos existen. Puede seguir pasando. Toco al corazon y le digo te quiero, me digo me quiero.

Plateros T. dijo...

las borregas, los higos, los chabacanos, la morisma, el raspado de guayaba...el volantin...

essooo....