lunes, 2 de febrero de 2009

Libertad de opinión


 

La actitud de los AA hacia sus cofundadores se apartaba en cierta forma de la veneración, oscilando entre el amor y la gratitud, entre la mayor parte de los miembros, hasta el ocasional antagonismo y desconfianza entre unos pocos. Esta libertad de opinión es propia por completo de una fraternidad fundada sobre la igualdad: un borracho hablando a, nunca debajo de, otro borracho. (Dr. Bob y los buenos veteranos p- 258)

La libertad de opinión es de lo mejor que puede encontrar un borracho que llega a AA. Un borracho que ha sido ninguneado, manipulado y que solo alcoholizado es capaz de decir lo que piensa o siente - y a veces ni así - . Es menester, creo yo, que se adquiera la libertad y se entienda aquello de "lo prohibido es prohibir"; porque se puede confundir e irse al otro extremo de hacer lo que se me dé mi regalada gana sin ningún compromiso ni responsabilidad. Decir lo que pienso, delatarme con confianza, sin mayor temor al "de tiempo". Aprovechar la oportunidad de hablar de mi; clarificar mi mente, limpiar mi pensamiento en un plano de iguales. De otra forma, se encontrará mas complicado el sendero de recuperación.

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