PRIMERA OPORTUNIDAD: Nacer. Crecer. Acomplejarme, empezar a beber y echarme a perder con el alcohol.(que paradoja)
SEGUNDA OPORTUNIDAD: Dejar de beber, empezar a descubrir la vida y encontrar algunas respuestas. Recobrar la confianza, las personas. Reintegrarme a la vida, a la familia y a la sociedad; para después de algunos años encontrar que había perdido el rumbo y con ello la oportunidad de vivir adecuadamente y ser util a la familia y a mi mismo, volví a caer aunque ya no en el alcohol pero si en mis antiguas costumbres.
TERCERA OPORTUNIDAD: llegar al Candelaria y vivir mi experiencia espiritual, además de encontrar muchas mas respuestas la mayoría de las cuales no solo no me agradaron sino que causaron un sufrimiento interminable, pero me ayudaron a ubicarme en mi verdadero lugar . Ya había buscado sin encontrar, creí que había encontrado la respuesta al llegar al servicio en AA, al vivir un encuentro conyugal y un retiro de evangelización en mi religión. Después de mi 4o y 5o volví a entregarme al servicio ahora en el grupo y en las experiencias espirituales y creí encontrar lo máximo al vivir un taller de oración del padre Larrañaga. Ahora se que lo bueno no es el destino sino el camino.
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