miércoles, 21 de julio de 2010

Tribunazo

Después de estar varios años sesionando sin tribuna – porque el Grupo así lo decidió - pues resulta que estamos estrenando una – porque el Grupo así lo decidió - . Eso me lleva a preguntar a mis compañeros: ¿para qué es la tribuna?

Estas son algunas opiniones recopiladas en el Grupo:

“…la tribuna es simple y sencillamente para sacar mi malestar de un diario vivir y expresar como lo he hecho para estar bien el día de hoy después de haber hecho un 4to. Y 5to. Paso eso es todo lo que tenemos que hacer tu y yo, y acuérdate que dice la literatura abstente de discusiones inútiles, no te metas en controversias”

“…una tribuna debe ser utilizada para sacar toda tu suciedad, cualquier malestar que tengas pero todo con un compromiso por que esto es de detecto admito y corrijo”

“…la tribuna se utiliza para hablar de tu diario vivir. Lo que a mí me ha funcionado es el desfogarme en lo que actualmente me movió mi emoción y decir el porque me sentí así y de esa manera he encontrado muchas raíces para así trabajarlas, la tribuna es para buenas y malas pero si vas a dar una mala di que onda en ese momento, como le vas a hacer y cuando le vas a echar acción, no solo es aventar tu rollo y ya; y si das una buena regala tu experiencia de cómo le hiciste muchos traemos el mismo rollo y nos puedes ayudar, muchas veces se utiliza la tribuna para desmadrar a los demás la neta yo lo hice y no fue agradable la consecuencia, habla de ti y nada más. La conciencia la formamos todos ya que todos somos hermanos de espíritu y tenemos que compartir todo lo que nos une”

“…de antemano la tribuna debe ser utilizada para hablar, de lo que sea positivo, negativo pero hablar, compartir experiencias con tus compañeros”

“Cuando por primera vez llegué a un Grupo totalmente agobiado por mis fuertes depresiones, lo primero que se me ocurrió pensar fue: "para qué sirve esa tribuna que se encuentra a un lado, será para que el Director del grupo suba a darnos la clase a quienes vamos llegando?, ¿o tendré que pasar a decirles a qué vine?". Por ello, para no quedarme con la duda, le pregunté a uno de los compañeros del Grupo y él me contestó: "la tribuna sirve para liberarnos de todo aquello que internamente nos molesta"

“…La tribuna libera cuando se habla con honradez, con verdad y confianza ante nuestros compañeros, que son un grupo de hombres y mujeres en donde se ha manifestado Dios y donde El se encuentra, ya que El me los ha puesto en el camino para que me escuchen”

"quiero compartir contigo una experiencia que tuve cuando llegué al Grupo. Yo era como tú: no quería pasar a la tribuna y eso me impedía reconocer mi realidad, por lo que te invito a que lo que resta de esta noche trabajemos revisando cuidadosamente el Primer Paso". Fue así que, a partir de ese momento, mi mente empezó a despertar a la realidad. Creo que ese fue mi primer despertar espiritual, porque fue el inicio de un camino diferente hacia la recuperación”

“..He procurado pasar a tribuna a compartirles a mis compañeros aquellos "fantasmas atormentadores del pasado". Desde luego, lo he tenido que hacer sin adornos, tal como lo he sentido, y lo que yo creo que no debo decir en tribuna se lo comparto a mi padrino, que es un buen compañero de grupo, y a quien yo le tengo bastante confianza”

“La tribuna fortalece y libera”

Es evidente que lo importante es el compartimiento y la confesión, en una tribuna o en una silla, pero ojo compañeros. La sola tribuna y el apadrinamiento no son suficientes, lo que verdaderamente viene a dar fruto es la Acción en el Programa

– bueno, eso digo yo -

domingo, 11 de julio de 2010

Dentro



 Dios vio que los alcohólicos cuando dejaban de beber solo se dedicaban a pedirle cosas y que les resolviera sus problemas, entonces pensó: Voy a descansar un poco, quiero retirarme por un tiempo", ¿cuál sería el lugar ideal donde pudiera esconderme? Tal vez en la cima de una gran montaña, quizá en el fondo del mar, o mejor en una pequeña isla en medio del océano. ¿Quién me buscaría allí? Mejor en un lejano planeta, nadie me podría encontrar. ¿A dónde será que debo ir? Sonriendo, pensó: ¡Me esconderé en el corazón humano! Es el único lugar donde ellos no buscarían". Los alcohólicos – y todos los seres humanos - queremos ser felices, anhelamos nuestro bienestar, pero: ¿En verdad dónde está la felicidad? ¿En qué consiste? Pasamos nuestra vida buscándola por todos lados sin encontrarla... pensando que es un lugar o una meta que alcanzar. La felicidad es ese sentimiento de sentirte a gusto contigo mismo, con lo que haces, con el lugar donde te encuentras en este momento. ¿Sabías que puedes ser feliz ahora mismo, ahí donde estás, si lo decides valientemente? Muchas personas buscaron la felicidad en el dinero, adquirieron y acumularon riquezas y por conseguirlas y cuidarlas no las pudieron disfrutar, perdieron su salud, su familia, sus amigos y su vida en el empeño de acumularlas. Algunos envejecieron ricos y solos, dejando su plata y sus propiedades sin encontrar la felicidad. Otros buscaron la felicidad en el poder, manejaron y manipularon la vida de muchos, fueron temidos y envidiados, pero a la final resultaron solos, visitados solamente por el interés y la ambición de sus allegados, sin conocer nunca la compasión, la alegría, el verdadero amor o la amistad desinteresada. Un grupo más pequeño la busco en la fama, pero ésta se esfumaba todas las noches cuando el teatro – el Grupo - quedaba vacío y ya no había aplausos, tanta soledad después de esa gran multitud hacía que el silencio fuera ensordecedor. Otros más trataron de encontrar la felicidad en el placer. Cuán efímero es el placer… aumentando las dosis cada vez más, hasta hastiarse por ya no sentir nada. Dios colocó la felicidad en un lugar donde nadie pudiera robarla, comercializarla, esconderla o apropiarse de ella, la colocó en el lugar más seguro del mundo y en el más accesible de todos, la colocó en nuestro interior, al lado del corazón. El vacío interior o hueco existencial sólo se puede llenar con pensamientos, sentimientos y actos positivos, desinteresados y bondadosos.

Escuchado en el Grupo “Rio de Luz” cuando dejé de beber.

sábado, 3 de julio de 2010

Responsabilidad compartida

 


 Ahora resulta que, según veo , todos quieren ser padrinos y nadie ahijado, pero en cuanto a la responsabilidad nadie la quiere. O sea, nadie quiere ser el responsable y todos quieren ser apoyos. Que chingones. Si se trata de ser parejos, de cargar todos con el muerto. Porque ,como que solo apoyar no me está mostrando para nada la capacidad adquirida de ser el encargado de mis propias cosas, entiéndase con esto de ser uno más y no una carga para los demás. ¿Y la aportación, física y económica?, ¿y el esfuerzo conjunto? O sea, no solo el viejo tiene que ser encargado. El nuevo debe entender y aprender prontamente que también es su responsabilidad y que el “padrino” no lo va a andar sosteniendo siempre - menudo padrino el que hace eso -. Ejemplo: si somos quince ¿Cuántos deben cargar con la responsabilidad del trabajo y de los gastos? ¿Tres?, ¿cuatro?, ¡noo!, ¡todos! Porque todos conformamos el equipo. Quizá uno, o dos no puedan aún cooperar totalmente pero ya deben empezar a hacerlo. ¿O cuando empezaran a responsabilizarse de sí mismos? ¿Hasta cuándo iniciarán su “proceso de recuperación”?

No hay que hacerse pa´lo oscurito, hay que entrarle parejo, para que realmente sea una “verdadera comunidad”.