martes, 22 de marzo de 2011

Una cita con el destino


Octubre de 1944

Alguien dijo una vez, "Por mucho que crezcan, por muchas recuperaciones que logren, creo que los efectos derivados de AA acabarán superando al movimiento mismo."

Ahora se oyen por todas partes comentarios parecidos. Proceden de todo tipo de personas. Los médicos consideran la posibilidad de aplicar nuestros métodos a otros neuróticos; los clérigos se preguntan si nuestro humilde ejemplo no daría nueva vitalidad a sus feligreses; a la gente de negocios les parece que somos buenos gerentes de personal - vislumbran una nueva democracia industrial; los educadores aprecian la fuerza de nuestra manera no polémica de presentar la verdad; y nuestros amigos dicen ansiosamente, "Nos gustaría ser alcohólicos - también necesitamos a Alcohólicos Anónimos”

¿Por qué todo este revuelo? Estoy seguro de que todo esto debe significar que de pronto nos hemos convertido en mucho más que alcohólicos recuperados, miembros de AA únicamente. La sociedad ha empezado a tener esperanzas de que vayamos a utilizar, en todos los aspectos de la vida, esa maravillosa experiencia de nuestro retorno, casi de la noche a la mañana, de la temida tierra de la Nada.

Sí, nuevamente somos ciudadanos del mundo. Es un mundo perplejo, muy cansado, muy incierto. Ha idolatrado a su propia autosuficiencia - y eso le ha fallado. Los AA somos gente que una vez hicimos exactamente lo mismo. Esa filosofía también nos falló. Así que, tal vez, por aquí y por allá, nuestra experiencia de recuperación puede ser útil. Como individuos, tenemos una responsabilidad, quizás una doble responsabilidad. Puede ser que tengamos
una cita con el destino.

Por ejemplo, no hace mucho tiempo, el Dr. E.M. Jellinek, de la Universidad Yale, vino a visitarnos. Dijo: "Yale, como ustedes saben, está patrocinando un programa de educación pública sobre el alcoholismo, de carácter no polémico. Necesitamos la cooperación de muchos miembros de AA. Sería impensable emprender cualquier proyecto pedagógico referente al alcoholismo sin la buena voluntad, la experiencia y la ayuda de los miembros de AA."

Así que cuando se formó el Comité Nacional de Educación sobre el Alcoholismo [ahora el Consejo Nacional sobre el Alcoholismo], se nombró director ejecutivo a un miembro de AA: Marty M., uno de nuestros más antiguos y dedicados miembros. Como miembro de AA, tiene tanto interés en nosotros como antes - AA todavía es su devoción. Pero como oficial del Comité Nacional, patrocinado por Yale, también está interesada en educar al público en general sobre el alcoholismo. Su experiencia en AA le ha hecho especialmente apta para este puesto en un campo distinto. La educación pública sobre el alcoholismo va a ser su vocación.

¿Podría un AA hacer un trabajo como éste? Al principio, Marty también se lo preguntaba a sí misma. Preguntó a sus amigos de AA "¿Se me considerará como un profesional?" Sus amigos respondieron: "Marty, si nos hubieras venido con la propuesta de ser terapeuta, de vender AA a los alcohólicos a tanto por cliente, esto, sin duda, lo habríamos tildado de profesionalismo. Y así lo haría todo el mundo.

"Pero el Comité Nacional de Educación sobre el Alcoholismo es un asunto totalmente distinto. Vas a valerte de tus aptitudes naturales y de tu experiencia de AA trabajando en un campo muy diferente. No vemos cómo esto puede afectar tu condición no profesional con nosotros. Supongamos que fueras a hacerte asistente social, gerente de personal, directora de un centro estatal para alcohólicos, o incluso pastora del evangelio. ¿Quién podría decir que estas actividades te convertirían en un profesional de AA? Nadie, por supuesto."

Continuaban: "No obstante, esperamos que AA, como un todo, no se desvíe nunca de su único objetivo de ayudar a otros alcohólicos. Como organización, no debemos expresar otras opiniones que las concernientes a la recuperación de los bebedores problema. Está muy sana política nacional ya nos ha evitado muchas dificultades innecesarias, e indudablemente nos librará de incontables complicaciones en el futuro.

"Aunque AA como un todo," añadieron, "no debe tener más que un solo propósito, creemos con la misma firmeza que para el individuo no debe haber ninguna limitación excepto la de su propia conciencia. Debe tener el pleno derecho de elegir sus propias opiniones y actividades ajenas. Si son buenas, los AA de todas partes las aprobarán. Así mismo creemos que será en tu caso, Marty. Aunque Yale es tu patrocinador en este asunto, estamos seguros de que vas a tener el caluroso apoyo personal de miles de AA dondequiera que vayas. Todos pensaremos en las muchas ventajas que tendrá esta nueva generación de posibles alcohólicos jóvenes gracias a tu trabajo, y cuánto podría haber significado para nosotros, si nuestros padres y madres hubieran comprendido de verdad lo que es el alcoholismo."

Personalmente, creo que los amigos de Marty le han dado un sabio consejo; que han distinguido claramente entre la esfera limitada de AA como un todo y el amplio horizonte del miembro de AA individual que actúa por su propia cuenta; que probablemente han trazado en el lugar correcto una línea entre lo que consideraríamos lo profesional y lo no profesional.

No hay comentarios: